Los reyes del frat rock como se autodenominan derrocharon un buen rollo y unas ganas de fiesta que contagiaron a un público asistente que se volvió cómplice de la propuesta festiva que proponían los londinenses, no faltaron versiones de los Sonics (gran influencia) y Little Richards para poner patas arriba a un público que vio convertido por momentos una fría y lluviosa tarde de Martes en el comienzo de un fin de semana prometedor.
Larga vida a los pollos!